El primer día del instituto siempre suele ser el más divertido, aunque también el más inquietante ya que no conoces a nadie excepto algún que otro compañero que conozcas de otros años en el colegio...
Mi primer día de instituto me sentía muy rara, el instituto era mucho más grande que en el pequeño colegio en el que yo estaba. Recuerdo que estábamos mis amigas y yo en el recreo, todas apelo tonadas muy juntas para no rozar nos con nadie, todos nos miraban eramos las nuevas y las más pequeñas del insti. Cuando acabó el recreo nos enseñaron las clases y nos dijeron con quienes las ívamos a compartir, estábamos todos super nervioso no queríamos que nos pusieran en una clase en la que allá más repetidores que alumnas con ganas de estudiar. Tuvimos la suerte de caer en una clase con ocho repitores, sinceramente, para mi eran muchos pero comparando con otras clases eran pocos así que imaginaros. Nos presentaron a los profesores era divertido decir como te parecían a primera vista, algunas eran simpáticos otros podríamos decir que estaban un poco locos y otros eran tan aburridos que como tuvieras clase con ellos por la mañana lo mejor que podías hacer era llevarte la almohada y el pijama debajo de la ropa. Cuando salimos del instituto me fui con mis amigas y por el camino nos inchamos de reír diciendo que profesores nos habían tocado y cuales nos gustaban más o menos, llegue a mi casa muy cansada y solo quería comer y descansar para prepararme para el siguiente día del clase.
